viernes, 7 de marzo de 2014

Porque las auditorias no son eficientes en las organizaciones (SGC).



En esta época de globalización y entrelazamiento de las economías, las empresas se han visto obligadas a mejorar la calidad en sus productos y servicios. La razón, es que se vive una competencia extrema, y hoy la principal dificultad es precisamente cumplir con las necesidades del cliente pero siendo altamente competitivos. Con relación a lo anterior, los sistemas de normas y los principios de la calidad total, forman parte de un proceso tendiente a proponer esquemas de desarrollo para las empresas, con la finalidad de hacerlas más competitivas y confiables. Razones que han dado paso al diseño y establecimiento de los principios y normas de gestión de la calidad, que de manera obligatoria, determinan las características que deben poseer los sistemas administrativos y principalmente los procesos que se emplean para generar los bienes y servicios otorgados al cliente.
Un Sistema de Gestión de Calidad está basado en el sentido común, se encuentra bien documentado, se asegura de ser consistente y produce mejoras en las prácticas de trabajo, incluyendo los productos y servicios que se crean, pero dicho sistema debe establecerse con bases adecuadas que sirvan para controlar los procesos productivos de las empresas.
Actualmente, vivimos en una época de globalización, donde las nuevas tecnologías han convertido todo el planeta en un único y gigantesco mercado que funciona permanentemente; en este ambiente, la calidad de los productos o servicios se convierte en un elemento diferenciador y, en gran medida, en la clave principal del éxito o fracaso de toda organización.
Por tal motivo, se considera importante que las empresas se reorganicen de tal forma que den garantía a sus clientes y usuarios, siendo un factor imprescindible la capacidad que tengan para satisfacer de manera integral los requerimientos del cliente, debido a que la competitividad de una empresa y la satisfacción del cliente están determinadas por la calidad del producto, el precio y la calidad del servicio; es decir, se es más competitivo si se puede ofrecer mejor calidad, a bajo precio y en menor tiempo.
Los sistemas de gestión de la calidad han dado respuesta a la necesidad, que en materia de calidad, tienen las empresas dedicadas a proporcionar servicios o productos, permitiéndoles contar con un modelo que contempla características esenciales para desarrollarlos con el fin de satisfacer los requisitos especificados por un cliente cada vez más exigente. Pero porque en algunas ocasiones los sistemas desarrollados no funcionan, se dice que si un sistema está bien hecho debe de trabajar para la empresa y no la empresa para el sistema. En este trabajo se ofrecen algunas alternativas para un buen sistema de gestión de calidad.

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