En esta época de globalización
y entrelazamiento de las economías, las empresas se han visto obligadas a
mejorar la calidad en sus productos y servicios. La razón, es que se vive una
competencia extrema, y hoy la principal dificultad es precisamente cumplir con
las necesidades del cliente pero siendo altamente competitivos. Con relación a
lo anterior, los sistemas de normas y los principios de la calidad total,
forman parte de un proceso tendiente a proponer esquemas de desarrollo para las
empresas, con la finalidad de hacerlas más competitivas y confiables. Razones
que han dado paso al diseño y establecimiento de los principios y normas de
gestión de la calidad, que de manera obligatoria, determinan las
características que deben poseer los sistemas administrativos y principalmente
los procesos que se emplean para generar los bienes y servicios otorgados al
cliente.
Un
Sistema de Gestión de Calidad está basado en el sentido común, se encuentra
bien documentado, se asegura de ser consistente y produce mejoras en las
prácticas de trabajo, incluyendo los productos y servicios que se crean, pero
dicho sistema debe establecerse con bases adecuadas que sirvan para controlar
los procesos productivos de las empresas.
Actualmente,
vivimos en una época de globalización, donde las nuevas tecnologías han
convertido todo el planeta en un único y gigantesco mercado que funciona
permanentemente; en este ambiente, la calidad de los productos o servicios se
convierte en un elemento diferenciador y, en gran medida, en la clave principal
del éxito o fracaso de toda organización.
Por
tal motivo, se considera importante que las empresas se reorganicen de tal
forma que den garantía a sus clientes y usuarios, siendo un factor
imprescindible la capacidad que tengan para satisfacer de manera integral los
requerimientos del cliente, debido a que la competitividad de una empresa y la
satisfacción del cliente están determinadas por la calidad del producto, el
precio y la calidad del servicio; es decir, se es más competitivo si se puede ofrecer
mejor calidad, a bajo precio y en menor tiempo.
Los
sistemas de gestión de la calidad han dado respuesta a la necesidad, que en
materia de calidad, tienen las empresas dedicadas a proporcionar servicios o
productos, permitiéndoles contar con un modelo que contempla características
esenciales para desarrollarlos con el fin de satisfacer los requisitos
especificados por un cliente cada vez más exigente. Pero porque en algunas
ocasiones los sistemas desarrollados no funcionan, se dice que si un sistema
está bien hecho debe de trabajar para la empresa y no la empresa para el
sistema. En este trabajo se ofrecen algunas alternativas para un buen sistema
de gestión de calidad.
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